Uno de los derechos fundamentales de todos los trabajadores es la seguridad en el ámbito laboral. Esto es responsabilidad de los empleadores, que deben garantizar un entorno seguro para ellos donde puedan desempeñar sus funciones sin que su salud física ni mental se vean afectadas.
En la siguiente nota, veremos cómo la negligencia por parte de los empleadores puede poner en riesgo la salud y el bienestar de sus empleados, derivando en consecuencias devastadoras.
Primero, debemos aclarar a qué nos referimos con “negligencia del empleador”. Esto se refiere a la falta de acciones concretas por parte del empleador para garantizar un entorno seguro, lo que incluye no proporcionar equipo de seguridad, capacitaciones, instalaciones en mal estado y la falta de cumplimiento de regulaciones vigentes con respecto a medidas de seguridad y prevención.
Podemos encontrar dos clases de negligencias. Por un lado, la “activa” donde se toman decisiones que ponen a los trabajadores en riesgo y por otro lado, la “pasiva” que es cuando no se toman las medidas necesarias de prevención de accidentes y lesiones.
Algunos de los ejemplos más claros de esto son:
- Falta de Capacitación: los empleados no son entrenados para manejar maquinaria, sustancias peligrosas ni procedimientos de emergencia.
- Condiciones de Trabajo: sucede al no asegurarse que las instalaciones estén limpias, ordenadas y libres de peligro, los equipos con las reparaciones y mantenimiento adecuado, y un correcto cumplimiento de los protocolos.
- Falta de Equipos de Protección Personal (EPP): en muchos trabajos es necesario que los empleados utilicen cascos, guantes, gafas, etc. Estos artículos deben ser proporcionados por el empleador para evitar todo tipo de lesiones.
- Incumplimiento de las Normas de Seguridad: especialmente diseñadas para distintos ámbitos laborales dependiendo de sus funciones y posibles riesgos.
Las consecuencias de este tipo de negligencia pueden causar distintas lesiones que abarcan desde las más leves hasta muy graves e incluso con consecuencias a largo plazo y discapacidad de por vida.
Si resultaste lesionado en un accidente en tu trabajo, tienes derecho a reclamar con tu empleador y su aseguradora por todos los gastos relacionados al mismo: atención y estudios médicos, rehabilitación e incluso, los salarios perdidos al no poder trabajar.
Contar con un equipo especializado de tu lado, es la mejor decisión que puedes tomar. Contáctanos para que podamos evaluar tu caso.